Siempre hay diferentes caminos para llegar a un mismo lugar. No el más rápido es el mejor, ni tampoco lo es el más fácil. Si puedo elegir, siempre tomaré el más bonito, el más divertido, el que me haga sentir mejor y ser más feliz. Lo que es innegociable es conseguir el objetivo, lograr el éxito, y hacerlo con honestidad y valores. La voluntad de logro, la sana ambición, son valores muy positivos en un directivo. Hubo un momento en mi carrera, cuando era más joven, en el que me di cuenta de que, ante todo, debía intentar hacer el bien, no herir ni dañar gratuitamente a otros y que era muy gratificante, el ayudar a los demás y hacerlos mejores. Nada se gana siendo un ogro, un tipo duro sin escrúpulos. El tiempo enseña. Es posible, que, en algún momento, las circunstancias hagan que, aquel que está ahora a tus órdenes, esté en posición de decidir o influir muy mucho en tu futuro, en lo que va a ser de ti. Es muy reconfortante el intentar que todos, compañeros y equipo, se sientan a ...
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